La transición energética en México es lenta: especialistas

La transición energética en México es lenta: especialistas

Estiman que el volumen de combustibles fósiles crecerá al menos hasta 2037; antes de pensar en una transición se debe trabajar en la distribución, suministro y fortaleza de la electricidad.

Aunque la transición energética es un fenómeno que demandan las sociedades y que seguirá su marcha, el proceso será paulatino y mientras tanto, los combustibles fósiles seguirán vigentes, especialmente porque la población seguirá creciendo y en México se necesita infraestructura eléctrica, coincidieron especialistas.

“En esta era de transición energética, en la mayoría de los países y, sobre todo en América Latina, no se han cumplido los compromisos”, señaló la presidenta de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (Ampes), Alicia Zazueta en el “Primer Foro energético Nacional. Perspectivas hacia un nuevo horizonte”.

“En México hemos tenido en los últimos años un congelamiento del tema, creo que regresamos a la parte de combustibles fósiles por la misma necesidad”, añadió.

Recordó que 85% de la energía en el mundo es con combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón) y eso es lo que mueve la economía, “es algo necesario para las economías mundiales y no va a ser algo tan rápido que se vaya a dar esta transformación energética, va a ser paso a paso”.

Puso como ejemplo a Estados Unidos, donde solamente 4% de los ciudadanos maneja un carro híbrido o eléctrico, que es la referencia más importante, pero en México, advirtió que antes de pensar en transición energética se tiene que trabajar en la distribución, suministro y fortaleza de la energía eléctrica.

El director general de Combured, y expresidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), Roberto Díaz de León, indicó que el combustible fósil “definitivamente” va a continuar y el tema de la transición energética será paulatino, poco a poco subirá la generación de energía fuentes solar o fotovoltaica; sin embargo, la demanda va a seguir siendo incremental.

“Aunque en mezcla baje, cada vez en masa poblacional en el mundo, y México no va a ser la excepción, va a crecer. Los ingresos están aumentando; por lo tanto, la calidad de los servicios y de la calidad de vida requiere más energía y eso va a hacer que el combustible fósil siga vigente”, dijo.

El expresidente de la Onexpo reconoció que habrá que estar preparados para la transición energética, pues no hay que minimizarlo y hay cambios disruptivos que pudiera acelerar el proceso, la tecnología y la innovación, incluso la cultura, jugarán un papel importante, pero el tema requiere rumbo y ritmo.

La CEO de Grupo CIITA, Beatriz Marcelino Estrada, coincidió en que la transición energética es paso a paso, pero resaltó que se tiene que pensar en combustibles limpios y alternativas, como el etanol en las gasolinas y aditivos en el diésel que encapsulan el contaminante y con esto se reducen hasta 30% de las emisiones.

“Sin embargo, hay mucho desconocimiento de las tecnologías hacia las cuales se tiene que avanzar. También podemos pensar en el gas LP que es otro combustible limpio, menos contaminante que el diésel, por ejemplo, para transporte público, vans o flotillas de camiones, incluso, para algunas zonas rurales o donde no puede estar una estación de servicio. Otro combustible limpio es el gas natural, más limpio que el gas LP”, dijo.

“Estamos en una coyuntura de transición energética y esa transición implica que lo que hoy nos mantiene, lo que nos mueve, no desaparezca porque si bien desde el punto de vista porcentual va a ir disminuyendo la proporción de los combustibles tradicionales en la matriz energética, de manera absoluta, el volumen va a seguir creciendo, por lo menos, hasta 2037”, mencionó el presidente y CEO de ATIO Group, Pablo Guadi.