Con un mayor octanaje y menos impacto contaminante, el precio de las gasolinas en México debería caer hasta 40 por ciento si como país importador neto adoptara políticas de uso de biocombustibles principalmente a base de etanol, afirmó Galo Galeana Herrera, socio fundador y director de la Asociación Biomovilidad.
Señaló que en países como Estados Unidos y Brasil adaptaron vehículos flexibles que utilizan etanol como sustituto de gasolina con un ahorro de hasta 40 por ciento en su precio para el consumidor, o bien hay la alternativa de utilizarlo como oxigenante en 10 o 15 por ciento como aditivo en las gasolinas, lo que redituaría ahorros, aumentaría el octanaje y reduciría las emisiones al medio ambiente.
En octubre próximo iniciaremos junto con el Gobierno estatal un programa piloto en Nuevo León para utlizar este tipo de automóviles y medir sus beneficios de economía y de menores emisiones contaminantes al medio ambiente, indicó.
Cuando hablamos del etanol como sustituto de gasolina si no llegamos a ese 40 por ciento que tienen los estadounidenses podríamos tener un diferencial de 25 o 30 por ciento fácilmente, mientras que si lo usamos como aditivo le podemos echar números y de un precio de 25 pesos por litro podría bajar su costo en 2 o 3 pesos.
Estimó que a un precio de 25 pesos por litro el etanol resultaría un ahorro sustancial de entre 6 a 8 pesos por litro, pero en México siempre ha habido un atraso en la adopción de nuevas alternativas sustentables de combustibles.
Hoy en día se permite este oxigenante hasta el 5.8 por ciento, que es un nivel en el que no llega a alcanzar los máximos beneficios, ni económicos, ni ambientales.
Añadió que es más barato porque se requiere de menos volumen y tiene mayor potencial para alcanzar el octanaje, por lo que es necesario hacer ajustes regulatorios para facilitar la transición energética tanto en la Norma Oficial Mexicana NOM 016 de Calidades e Combustible que regula el tema del etanol para elevar su contenido en gasolinas.
También sería necesario la transición requiere cambiar la Ley Sustentable de la Caña de Azúcar que establece un mecanismo de compensación para la producción del endulzante, pues su consumo en México es de cerca de 4 millones de toneladas anuales, cuando la producción es de 7 millones, por lo que el excedente va al mercado internacional y llega a venderse con pérdida.