La mayoría de las denuncias provienen de la zona del Bajío y del centro del país, dice Walter Ángel Jiménez; la CRE recibe 10 denuncias diarias.
En el país cada vez hay más adulteración de combustibles, pues ya alcanza 30% del total de las gasolinas que se venden y el problema ha derivado en 10 denuncias diarias debido a que la alteración daña los automóviles, según el integrante de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Walter Ángel Jiménez.
“El día de hoy ya es un problema de importantes consecuencias, la cada vez más constante y sostenida adulteración de combustibles desde Tijuana hasta Chiapas, desde Tamaulipas hasta Jalisco. Ese es un problema que ya nos alcanzó a todos y que, lamentablemente, hay incluso una industria desarrollada que se está dedicando específicamente a esto”, señaló.
“La CRE por lo menos, está ingresando, antes era una diaria, hoy por lo menos diez denuncias diarias de personas que compraron gasolina en un expendio y su coche dejó de funcionar en 3 horas, en 5 minutos, que le cascabelea el motor”, precisó.
“Las denuncias constantes, presentes, en su gran mayoría vienen de la zona del Bajío y algunas de ellas del centro del país. Ciudad de México, Estado de México y la zona del Bajío son los que están gobernando la cantidad de denuncias,” añadió durante su participación en el seminario “Seguridad y calidad de los combustibles”.
El comisionado de la CRE advirtió que combatir este delito implica el trabajo conjunto entre el sector público, el privado, instituciones y actores involucrados.
No obstante, reconoció que la instalación de los procesos de verificación y seguimiento de la calidad de los combustibles nunca fue revisada, y eso ha implicado que no se llegue al fondo de un problema que ha escalado.
“Llegamos aquí también en complicidad con la CRE que no hizo la instalación de los procedimientos de verificación y seguimiento a los títulos de permiso, comprobación sostenida de los mecanismos de calidad de los combustibles. Por eso la CRE trata de proporcionar algunas soluciones, pero no lo vamos a poder hacer solos”, aseguró.
En el mismo foro, Andrés Gutiérrez, director general de CIEFSA, un laboratorio de control de calidad de combustibles, , aseveró que el problema de la adulteración de los combustibles está en el transporte y, a veces, en la comercialización.
Explicó que en el trayecto, aunque sea una pipa de Pemex, el producto se altera o se adultera; sin embargo, se vende a precios más bajos y la gasolina se paga ese precio más bajo.
El especialista agregó que otro problema relacionado con la adulteración de combustibles es que en México no existe un sistema de refinación que abastezca la demanda de gasolinas, por lo que se tienen que importar debido a que las refinerías no funcionan al 100%.
Aún con la de Dos Bocas y la de Deer Park, el sistema será insuficiente, aseveró.
